Alexandra María Ríos Marín
ISBN: 978-84-1351-058-3
Año de publicación: 2020
Idioma: español
El pensamiento feminista considera que uno de los efectos de la globalización económica ha sido la denominada “feminización de la pobreza”. Dicho proceso genera consecuencias negativas en el ámbito de la salud, la formación y la autonomía personal de las mujeres. Además, ha impulsado el desplazamiento de 277 millones de personas al extranjero (OIM, 2020), de las cuales el 47% son mujeres buscando mejorar la calidad de vida para ellas y sus familias. De ello se desprende que muchas mujeres “jefas o cabeza de familia” inician la migración para insertarse en un mercado laboral que ofrece oportunidades de inserción fundamentalmente en el trabajo de cuidados.
La demanda de mano de obra en trabajos considerados “femeninos” constituye el reclamo constante que vincula diferentes redes migratorias domésticas, institucionales o ilegales, como pueden ser las redes de trata de personas con fines de explotación sexual. Los estudios sobre migración y prostitución en España describen las condiciones de pobreza y las desigualdades de género como factores interpretativos de dicha actividad. Estos ponen de manifiesto que las mujeres pasan a constituir una nueva clase global denominada como “trabajadores desfavorecidos” cuyas características fundamentales son su escasa movilidad social, las numerosas desigualdades sociales que enfrentan y la ausencia de mecanismos eficaces de participación social.
El objetivo central de esta monografía es realizar un análisis de los determinantes sociales que generan desigualdades en la salud de las mujeres que ejercen la prostitución, desde un modelo que articula la perspectiva feminista y el análisis de género en salud como pilares analíticos.